«¡NO TENGO PARA EL ARRIENDO!» CONSIGUE UN PLAZO COGIÉNDOSE AL CASERO
Llega el casero a cobrar la renta, y esta colombiana se acaba de duchar y de lavar ropa, y andaba caliente tocándose la cuca, ella lo recibe y con cara de preocupación le dice “¡no tengo para el arriendo!” él la amenaza con desalojarla, y ella le pregunta si pueden solucionar de otra manera, lo invita a su cuarto, y allí le muestra sus tetas naturales y su cuerpo, le pregunta si le gusta y él sin más palabras le mete la verga de misionero, y después se le monta a cabalgar hasta que queda llena de leche y con plazo para pagar la deuda.